martes, 20 de abril de 2010

El Capoerista y el Jugador de Capoeira

Fragmento del libro “Um universo de inspiraçao” de Contra-Mestre Adelmo (docente de la asociacion cultural ginga brasil de capoeira)

El primero aprende, el segundo entrena
Uno ama, el otro gusta.
El Capoerista teje con su vida la conciencia de “ser humano” y el amor por la libertad con responsabilidad; un jugador de Capoeira lucha, golpea y es golpeado…transpira. Mas luego descansa y cansado de luchar, se jubila…..desiste!
El Capoerista es eterno; el jugador de Capoeira, fugaz.
El Capoerista sufre con la injusticia, tiene sentimientos; el Jugador de Capoeira, frívolo, no percibe que lo fundamental de la vida es la reciprocidad del bien.
El Capoerista es delgado, curtido, resistente, eterno; el Jugador de Capoeira es fuerte, casi invencible, efímero, pasajero.
El Capoerista aprende la lección y lucha para que los otros, sus camaradas, sigan el camino; el Jugador de Capoeira lucha años para aprender la lección.
Uno es electo por reconocimiento de la comunidad y de sus discípulos; el otro por el temor de sus enemigos y admiradores.
El primero es sabio, reflexiona; el segundo, inteligente, piensa.
Uno es intuitivo; el otro instintivo.
El Capoerista se defiende, esquiva, resiste. el Jugador de Capoeira golpea, ataca, hiere.
El Capoerista es libre para crear; el Jugador de Capoeira se limita a un patrón.
A uno pertenece la creatividad; al otro, el automatismo.
Uno aprende de dentro para afuera (VIVE); el otro de fuera para adentro (pasa por la vida).
El primero es comandado por el espíritu; el segundo, por el cuerpo.
Sus tendencias son similares, sus finalidades, antagónicas.
Es la sutil diferencia, de lo bello y lo horrible.
De la lágrima y el sudor.
De la emoción y lo liviano.
El Capoerista trae consigo el compromiso de 400 años de historia regados de dolor, sufrimiento y deseo de vencer; el Jugador de Capoeira, solo de su tiempo de entrenamiento, inspirado por el anarquismo y falsas dictaduras.
La historia clama por reflexión, el entrenamiento por pulsaciones.
Uno siente con el corazón (con el alma); el otro siente con el pulso (con las venas).
Uno será Mestre; el otro será cuerda vermelha o blanca o negra.
El primero será hombre, el segundo luchador.
Uno dominara la sabiduría de la vida con sus actos y pensamientos; el otro vivirá de la fuerza física con la vitalidad de sus músculos.
La mente es eterna; el cuerpo es temporal.
El hombre tiene que crecer, no hincharse.
El Capoerista procura aprender con las lecciones de la vida, la eterna facultad; el Jugador de Capoeira necesita de disciplina para imponerse.
El primero es melancólico, profundo, circunspecto; el segundo es alegre, confiante, mordaz.
El Capoerista es un poeta, un filósofo; el Jugador de Capoeira es solo un jugador de capoeira…
Uno necesita de la fe en Dios; el otro del incentivo del dinero.
Uno es subjetivo, trascendente; El otro es objetivo, ambiguo.
En uno, la ansia de aprender cada vez más florece sus días; en el otro, el deseo de ser mejor consume su vida.
Uno, esta destinado al dominio de la vida por el amor y donación de si mismo a los otros (quien esta vivo produce vida!); el otro, esta entregado al fastidio de vivir y cansado de la vida, la eterna indiferencia.
El capoerista sigue las estrellas y vuela; el Jugador de Capoeira sigue sus propios pasos y, si vacila, puede tropezar.
En el semblante del primero, brilla la fuerza de Zumbi, la determinación de Bimba y la esperanza de Pastinha; en el semblante del otro, brilla ofuscado su propio reflejo.
Uno ve la luz de la vida… y sonríe; el otro solo ve su propia sombra, prolongándose en el suelo, y serio y orgulloso de lo poco que ve, sarcásticamente, sonríe.
Uno esta de frente al sol; El otro permanece de espaldas.

lunes, 19 de abril de 2010


PROYECTO "SEMILLAS EN EL FUNDO", comenzamos a formar un grupo de capoeira angola dentro del MTD "Lucha y Libertad", en el comedor 20 de Diciembre de la Villa 20 en Lugano, Ciudad de Buenos Aires. La capoeira vuelve al gueto para que éste ruede el mundo...salir entrando...